Prosiguen las andadas por Nueva Segovia

Ya ha pasado la primera semana de trabajo propiamente dicho en Ocotal y por ahora creo que la cosa ha ido bien más o menos. A la gente del ILLS les ha gustado el boceto que les mostré y aun que aún le faltan cosas, creo que puede quedar bonito y práctico.

En cuanto a las clases ha sido toda una experiencia. Nunca había dado clase a tanta gente y al princpio me sentí algo intimidado, pero luego esa sensación se transformó en ganas de enseñar. La gente le pone interés, aun que sea ya solo por el echo de lo que se tienen que desplazar para venir hasta las clases. En esta semana he aprendido dos cosas: es esencial llevar bien planificada la clase y que voy rápido. Trabajo para corregir las dos cosas. El mayor problema que me he encontrado a la hora de dar clase es la diferencia de conocimientos entre los alumnos. Hay gente que nunca ha estado delante de un ordenador, mientras que otra gente si ya sabe lo básico (xp, word, excel). Si podemos dividir la gente en dos grupos en función de los concimientos en vez de por lugar de procedencia será mucho mejor para todos. Ah, tengo alrededor de 35 alumnos para que os hagaís una idea del interés de la gente en aprender informática.

El viernes no se trabajó. Todos los años la gente del ILLS van a una comunidad rural llamada Ocote Seco a comer allí productos sacados de maiz seco. Ocote seco es realmente rural. En medio de las montañas, se accede a ella a través de unos 10km desde la carretera que lleva a Macuelizo. Esos 10 kms es un camino de tierra bacheado y empinado, con piedras, donde solo con un 4×4 y un buen conductor se puede llegar. Eso, o a pié como lo hace la gente del pueblo o a caballo. También se cruza una pequeña quebrada, que a la ida no tenia más de dos palmos de ancho y ni uno de profundo.

En Ocote Seco se planta principalmente maiz y frijoles, que junto al arroz hacen la base alimenticia en Nicaragua. Si algo tienen los nicas, es desde luego hospitalidad. Puede que no tengan mucho, pero nos recibieron con los brazos abiertos y nos dieron de comer en abundancia. Probé la güirila, una torta hecha a base de maiz tierno molido; el tamal, también hecho de maiz, y el atol, una papa fruto de mezclar maiz tierno molido con leche, filtrarlo y ponerlo al fuego durante una hora. Tiene un sabor “básico”, pero llena.

Pasamos una tarde divertida, escuchando chistes, anécdotas de la gente del ILLS y de un sol radiante pasamos a una tormenta con lluvia torrencial. Ya por la tarde, nos despedimos de nuesotras amables anfitrionas y emprendimos el camino de vuelta. Seguia lloviendo, pero no mucho. Igual que a la subida, el todoterreno botaba y se agitaba con los desniveles del camino. Es divertido . El problema fue al llegar a la quebrada. Con toda el agua que había caido las horas anteriores, de un par de palmos pasó a tener varios metros y bajaba con fuerza. Tuvimos que esperar hasta que el nivel bajase un poco. Erik, que fué socorrista de la Cruz Roja, se aventuró a comprobar la profundidad y si había rocas. Pudo atravesar sin problemas, y tras ayudar a cruzar a dos señoras y dos niñas que había en la otra orilla esperando, pasamos con los jeeps. Noel, que nos había acompañado hasta la quebrada, se volvió a Ocote Seco acompañando al pequeño grupo. A pie.

El sábado tenía planeado ir al Cañón de Somoto, pero con toda la lluvia que calló el día y la noche anterior el rio iba demasiado crecido, así que con Juan Pablo, Mayling, Gretel, Leonela y Hansel, nos fuimos hasta Las Manos, la frontera con Honduras. Después fuimos hasta Dipilto, un pequeño pueblo escondido en un valle. Allí visitamos el santuario de la Virgen de la Roca, donde teoricamente se apareció la virgen años atrás. Para terminar de matar la tarde fuimos a tomar una cerveza y Juan Pablo nos entretuvo contando historias.

El domingo, tanto maiz tierno me pasó factura (bueno, ya llevaba unos días con el estomago revuelto) y me pasé gran parte del día en cama, sin comer y visitando frecuentemente el baño. Lo peor de todo es que el domingo era el día de la carten. Habían comprado una cabra y venia gente del ILLS a comer y beber. Yo aporté mi granito de arena con un crianza Rioja que encontré en el duty free el día anterior. Pero ni carne ni vino ni nada, hasta el lunes por la tarde. Por suerte, el lunes 19 es el día de la Revolución, se celebra el derrocamiento del dictador Somoza por las fuerzas del Frente Sandinista de Liberación Nacional, si bien Daniel Ortega, presidente de Nicaragua y del FSLN, no inspira mucha confianza. Pero eso mejor para otro post.

Un saludo.