lunes, 12 de julio de 2010

Descubriendo Nicaragua

Hace apenas unos días que llevo en Nicaragua, pero en este breve período de tiempo han sido muchas las emociones, la gente conocida, los lugares nuevos.

Gente viendo la semifinal en Miami,

Después de más de veinte horas de vuelos, aeropuertos y controles llegué a Managua. En el viaje conocí a gente mientras veia el Alemania – España (Shae, May y Carlos) y luego en el avión Miami – Managua tuve la oportunidad de conocer a Benjamin, un Nicaragüense afincado en Sevilla que también venia a hacer trabajos de cooperación. Charlamos largo y tendido hasta que pudo el sueño. Ya en el aeropuerto me esperaba el conductor del Hotel La posada de Don Pantaleón, cuyo nombre no recuerdo, que me condujo hasta el hotel. En el camino me impresionaron el caos en la carretera, los negocios en edificios bajos y chabolas que se apretaban contra la carretera, los niños solos de noche pidiendo en un semáforo.

En el hotel me atendieron con amabilidad y después de dar parte de mi llegada sano y salvo dormí profundamente. Al día siguiente tras un desayuno abuntante de huevos revueltos, gallopinto (arroz con frijoles típico de Nicaragua), zumo, fruta y café, pasé una mañana tranquila en el hotel, leyendo la prensa local o viendo la televisión. Pasado el mediodía pasó a recogerme Luis Enrique y me llevó hasta un hotel donde se estaba celebrando un congreso sobre la economía y la mujer, donde Haydeé Castillo, la directoria del Instituto de Liderazgo de las Segovias, iba a dar una ponencia. La conferencia fue muy interesante y se profundizo mi sentimiento de lo poco que sé sobre los diferentes agentes en Centro America o de las negociaciones que se llevaron a cabo entre Europa y está región. Al termino de la conferencia, por fin conocí a Haydeé (por cierto, gran oradora) y tras un breve refrigerio, partimos hacía Ocotal.

Abajo: Calle de Ocotal

Calle de Ocotal

Tras tres horas de carretera ya de noche, llegamos a Ocotal. Era tarde así que después de dejar a Haydeé en su casa, que vive al lado de la foto de fondo del blog, me Luis me llevó a la que será mi casa durante esas seis semanas. Es una casa familiar, acogedora, y mi anfitriona Mayling es simpática y hospitalaria. Madre dedicada también trabaja en el ILLS y siempre tiene algo que contar. Tiene dos hijas y un hijo. Gretel, de dieciséis; Leonela de ocho, y Hansel, de dos años. También paso largo rato en casa su sobrina, Luci de nueve años. Es una familia de acogida ruidosa, amable y acogedora.

Abajo: Mayling, Gretel y Leonela.

Al día siguiente(viernes) dí mi primera vuelta por Ocotal, una ciudad e casas bajas, colorida, ruidosa pero sin ser estridente. Fuimos al ILLS, donde me presentaron a Pedro, Jessica y Rafael, mis próximos compañeros de trabajo. También conocí a Juan Pablo un señor muy simpático que va saludando a todo el mundo con el que se cruca. He de preguntarle si realmente conoce a todos. Por la tarde acompañe a Lydia, compañera del ILLS que organizó los grupos a los que daré clase, y Zubi, jubilado vasco que viene todos los años, a Ococona. Lydia tenía una reunión y yo acompañe a Zubi en su labor de sacar unas fotos a un colegio contruido con el apoyo de Ayuda en Acción. Al estar de vacaciones no había nadie en el colegio, pero tres chavales que se acercaron a curiosear permitieron que sacasemos algo más que un edificio. En el camino saqué una foto que por desgracia, como anotó Zubi, seguro que se volverá a repetir.


Al volver a recoger a Lydia tuve la oportunidad de escuchar de primera mano los relatos y experiencias de las mujeres que gracias a las capaticaciones, al conocer sus derechos como mujeres, cambiaron sus vidas. Fué muy emocionante escucharlas. Marina, por ejemplo, me contó como su marido la rechazó cuando iba a las reuniones y clases, alegando que iba a ver a otros hombres, e incluso rechazó sus hijos diciendo que no eran suyos.


En el viaje de vuelta Lydia, Zubi y Juan Pablo me instruyeron en las peculiradades de los Nicaragüenses y el lenguaje. Aquí nunca se coje (follar) nada, culo (ano) es grosero y hablar les puede dar pena(verguenza). En el recorrido llevamos, en diferentes momentos, a policias armados, una familia, chicos, un vendedor de cuerdas y más gente. Por esas carreteras solo se puede ir en 4×4 y es bastante común recoger a la gente, ahorrandole quizás 4 o 5 horas de caminata.

Zubi sacando fotos y Juan Pablo.

El sábado fui de paseo junto a Mayling, Gretel y Leonela a Mozonte, un pequeño pueblo cercano, y subimos a la Loma Santa desde la que se domina todo Mozonte y más allá.

Abajo: Bajando de la Loma Santa.

Como veis, apenas llevo unos días en Nicaragua y son muchas las cosas a contar. Por ahora son todo primeras impresiones, pero los nicas son gente amable, simpática y trabajadora.

Un saludo!!

1 comentario:

  1. Estás volviendo a tus orígenes, de alguna manera. A poca distancia de donde naciste la gente vivía (y aún vive) así e incluso de forma más humilde. Aprenderás que, a pesar de sus carencias -medidas en términos del excesivamente complaciente nivel de vida occidental- no por ello son más infelices que nosotros. Posiblemente lo contrario.

    Un abrazo grande.

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