Fiesta de cierre en Ococona, salida al Tisey y más

El viernes pasado se celebrabó en Ococona la fiesta de cierre del trabajo de Ayuda en Acción en varias comunidades rurales.

Llegamos unas horas antes para preparar las cosas, aun que por la parte que me toca tenía poco que hacer excepto rellenar las piñatas con caramelos y preparar las cámaras. Sobre las 2 empezó a llegar la gente y la banda, que animó la fiesta durante todo el día.

Para empezar la fiesta tuvo lugar una procesión encabezada por la banda y la gigantona, que bailaba al ritmo de la música. Poco después aparecieron los mantudos a su alrededor, haciendo sus locuras y dando sustos a los niños. Fué realmente divertido, con muchas risas y música.

Después de recorrer el pueblo, volvimos al lugar de partida donde comenzaron los mensajes de agradecimiento por parte de las comunidades que se cerraban, se nombraron algunos de los proyectos que realizó en Ayuda en Acción (una sala de maternidad totalmente equipada, acueductos, escuelas, etc...) y sobre todo, se dió las gracias de muy diferentes formas. Se cantaron canciones, se recitó un poema precioso y emocionante, contaron cambios que se han hecho en las familias y comunidades rurales. Fué un acto sumamente emocionante y animado a pesar de ser una despedida, que siempre se asocia con algo triste.

Para terminar, dió un discurso Haydeé Castillo, directora del Instituo de Liderazgo. Como creo que ya dije anteriormente es una gran oradora y dió un gran discurso sobre los derechos de las personas, el deber del gobierno con la gente, la importancia de los niños. También tuvo un gran detalle conmigo, presentandome en público, haciendo que los niños gritasen al unisono "Gracias, Guillermo" y recibir un aplauso de todos. Fué algo muy emocionante, me sentí acogido por toda aquella gente y al escuchar a los niños tuve las lágrimas al borde de los ojos.

Después de los discursos se repartieron regalos entre todos los niños y algo de comer para los adultos. Para cerrar el día, a falta de tiempo para las piñatas, tuvo lugar una montada de toros y ahi fuimos a la barrera. Los montadores, con solamente una cuerda a la que agarrarse tienen que domar al toro. Fue bastanté espectacular y animado.

Al día siguiente, fuimos Erik, Henry, Meyling y yo al Parque Natural del Tisey, cerca de la ciudad de Estelí. Fué un día distendido, de grandes vistas y risas. Como una imágen vale más que mil palabras...

Las clases continuan bien. Esta semana ya empezamos con los dos grupos separados y ayer fué bastante mejor al poder mantener un ritmo uniforme toda la clase, sin andar cambiando de tema y pudiendo organizar mejor la clase. La página ha pegado una avance considerable también.

También acompañé al compadre de Meyling a llevar a los jornaleros del café a las montañas. Un recorrido largo y peligroso en 4x4. Los jornaleros trabajan durante 15 días y cobran alrededor de 1200 cordobas por la quincena, unos 42€. (No tengo las fotos aquí ahora >.<)

Ya para terminar, contar que conocí a unar de chicas españolas de Cádiz que están trabajando en una escuela infantil en un barrio de Ocotal. Aún no tuvimos tiempo de quedar (concidimos un par de veces en el taxi a Ocotal), pero esperamos hacerlo pronto. Ayer también conocí a un estadounidense llamado Jef, que viene desde hace 6 años con una brigada médica que llegará a Ocotal la semana que viene creo.

Creo que nada más que informar desde Las Segovias. Estad atentos, que espero hacer un post gastronómico en breves.

Un saludo!

Prosiguen las andadas por Nueva Segovia

Ya ha pasado la primera semana de trabajo propiamente dicho en Ocotal y por ahora creo que la cosa ha ido bien más o menos. A la gente del ILLS les ha gustado el boceto que les mostré y aun que aún le faltan cosas, creo que puede quedar bonito y práctico.

En cuanto a las clases ha sido toda una experiencia. Nunca había dado clase a tanta gente y al princpio me sentí algo intimidado, pero luego esa sensación se transformó en ganas de enseñar. La gente le pone interés, aun que sea ya solo por el echo de lo que se tienen que desplazar para venir hasta las clases. En esta semana he aprendido dos cosas: es esencial llevar bien planificada la clase y que voy rápido. Trabajo para corregir las dos cosas. El mayor problema que me he encontrado a la hora de dar clase es la diferencia de conocimientos entre los alumnos. Hay gente que nunca ha estado delante de un ordenador, mientras que otra gente si ya sabe lo básico (xp, word, excel). Si podemos dividir la gente en dos grupos en función de los concimientos en vez de por lugar de procedencia será mucho mejor para todos. Ah, tengo alrededor de 35 alumnos para que os hagaís una idea del interés de la gente en aprender informática.

El viernes no se trabajó. Todos los años la gente del ILLS van a una comunidad rural llamada Ocote Seco a comer allí productos sacados de maiz seco. Ocote seco es realmente rural. En medio de las montañas, se accede a ella a través de unos 10km desde la carretera que lleva a Macuelizo. Esos 10 kms es un camino de tierra bacheado y empinado, con piedras, donde solo con un 4×4 y un buen conductor se puede llegar. Eso, o a pié como lo hace la gente del pueblo o a caballo. También se cruza una pequeña quebrada, que a la ida no tenia más de dos palmos de ancho y ni uno de profundo.

En Ocote Seco se planta principalmente maiz y frijoles, que junto al arroz hacen la base alimenticia en Nicaragua. Si algo tienen los nicas, es desde luego hospitalidad. Puede que no tengan mucho, pero nos recibieron con los brazos abiertos y nos dieron de comer en abundancia. Probé la güirila, una torta hecha a base de maiz tierno molido; el tamal, también hecho de maiz, y el atol, una papa fruto de mezclar maiz tierno molido con leche, filtrarlo y ponerlo al fuego durante una hora. Tiene un sabor “básico”, pero llena.

Pasamos una tarde divertida, escuchando chistes, anécdotas de la gente del ILLS y de un sol radiante pasamos a una tormenta con lluvia torrencial. Ya por la tarde, nos despedimos de nuesotras amables anfitrionas y emprendimos el camino de vuelta. Seguia lloviendo, pero no mucho. Igual que a la subida, el todoterreno botaba y se agitaba con los desniveles del camino. Es divertido . El problema fue al llegar a la quebrada. Con toda el agua que había caido las horas anteriores, de un par de palmos pasó a tener varios metros y bajaba con fuerza. Tuvimos que esperar hasta que el nivel bajase un poco. Erik, que fué socorrista de la Cruz Roja, se aventuró a comprobar la profundidad y si había rocas. Pudo atravesar sin problemas, y tras ayudar a cruzar a dos señoras y dos niñas que había en la otra orilla esperando, pasamos con los jeeps. Noel, que nos había acompañado hasta la quebrada, se volvió a Ocote Seco acompañando al pequeño grupo. A pie.

El sábado tenía planeado ir al Cañón de Somoto, pero con toda la lluvia que calló el día y la noche anterior el rio iba demasiado crecido, así que con Juan Pablo, Mayling, Gretel, Leonela y Hansel, nos fuimos hasta Las Manos, la frontera con Honduras. Después fuimos hasta Dipilto, un pequeño pueblo escondido en un valle. Allí visitamos el santuario de la Virgen de la Roca, donde teoricamente se apareció la virgen años atrás. Para terminar de matar la tarde fuimos a tomar una cerveza y Juan Pablo nos entretuvo contando historias.

El domingo, tanto maiz tierno me pasó factura (bueno, ya llevaba unos días con el estomago revuelto) y me pasé gran parte del día en cama, sin comer y visitando frecuentemente el baño. Lo peor de todo es que el domingo era el día de la carten. Habían comprado una cabra y venia gente del ILLS a comer y beber. Yo aporté mi granito de arena con un crianza Rioja que encontré en el duty free el día anterior. Pero ni carne ni vino ni nada, hasta el lunes por la tarde. Por suerte, el lunes 19 es el día de la Revolución, se celebra el derrocamiento del dictador Somoza por las fuerzas del Frente Sandinista de Liberación Nacional, si bien Daniel Ortega, presidente de Nicaragua y del FSLN, no inspira mucha confianza. Pero eso mejor para otro post.

Un saludo.

Descubriendo Nicaragua

Hace apenas unos días que llevo en Nicaragua, pero en este breve período de tiempo han sido muchas las emociones, la gente conocida, los lugares nuevos.

Después de más de veinte horas de vuelos, aeropuertos y controles llegué a Managua. En el viaje conocí a gente mientras veia el Alemania – España (Shae, May y Carlos) y luego en el avión Miami – Managua tuve la oportunidad de conocer a Benjamin, un Nicaragüense afincado en Sevilla que también venia a hacer trabajos de cooperación. Charlamos largo y tendido hasta que pudo el sueño. Ya en el aeropuerto me esperaba el conductor del Hotel La posada de Don Pantaleón, cuyo nombre no recuerdo, que me condujo hasta el hotel. En el camino me impresionaron el caos en la carretera, los negocios en edificios bajos y chabolas que se apretaban contra la carretera, los niños solos de noche pidiendo en un semáforo.

En el hotel me atendieron con amabilidad y después de dar parte de mi llegada sano y salvo dormí profundamente. Al día siguiente tras un desayuno abuntante de huevos revueltos, gallopinto (arroz con frijoles típico de Nicaragua), zumo, fruta y café, pasé una mañana tranquila en el hotel, leyendo la prensa local o viendo la televisión. Pasado el mediodía pasó a recogerme Luis Enrique y me llevó hasta un hotel donde se estaba celebrando un congreso sobre la economía y la mujer, donde Haydeé Castillo, la directoria del Instituto de Liderazgo de las Segovias, iba a dar una ponencia. La conferencia fue muy interesante y se profundizo mi sentimiento de lo poco que sé sobre los diferentes agentes en Centro America o de las negociaciones que se llevaron a cabo entre Europa y está región. Al termino de la conferencia, por fin conocí a Haydeé (por cierto, gran oradora) y tras un breve refrigerio, partimos hacía Ocotal.

Abajo: Calle de Ocotal

Tras tres horas de carretera ya de noche, llegamos a Ocotal. Era tarde así que después de dejar a Haydeé en su casa, que vive al lado de la foto de fondo del blog, me Luis me llevó a la que será mi casa durante esas seis semanas. Es una casa familiar, acogedora, y mi anfitriona Mayling es simpática y hospitalaria. Madre dedicada también trabaja en el ILLS y siempre tiene algo que contar. Tiene dos hijas y un hijo. Gretel, de dieciséis; Leonela de ocho, y Hansel, de dos años. También paso largo rato en casa su sobrina, Luci de nueve años. Es una familia de acogida ruidosa, amable y acogedora.

Abajo: Mayling, Gretel y Leonela.

Al día siguiente(viernes) dí mi primera vuelta por Ocotal, una ciudad e casas bajas, colorida, ruidosa pero sin ser estridente. Fuimos al ILLS, donde me presentaron a Pedro, Jessica y Rafael, mis próximos compañeros de trabajo. También conocí a Juan Pablo un señor muy simpático que va saludando a todo el mundo con el que se cruca. He de preguntarle si realmente conoce a todos. Por la tarde acompañe a Lydia, compañera del ILLS que organizó los grupos a los que daré clase, y Zubi, jubilado vasco que viene todos los años, a Ococona. Lydia tenía una reunión y yo acompañe a Zubi en su labor de sacar unas fotos a un colegio contruido con el apoyo de Ayuda en Acción. Al estar de vacaciones no había nadie en el colegio, pero tres chavales que se acercaron a curiosear permitieron que sacasemos algo más que un edificio. En el camino saqué una foto que por desgracia, como anotó Zubi, seguro que se volverá a repetir.

Al volver a recoger a Lydia tuve la oportunidad de escuchar de primera mano los relatos y experiencias de las mujeres que gracias a las capaticaciones, al conocer sus derechos como mujeres, cambiaron sus vidas. Fué muy emocionante escucharlas. Marina, por ejemplo, me contó como su marido la rechazó cuando iba a las reuniones y clases, alegando que iba a ver a otros hombres, e incluso rechazó sus hijos diciendo que no eran suyos.

En el viaje de vuelta Lydia, Zubi y Juan Pablo me instruyeron en las peculiradades de los Nicaragüenses y el lenguaje. Aquí nunca se coje (follar) nada, culo (ano) es grosero y hablar les puede dar pena(verguenza). En el recorrido llevamos, en diferentes momentos, a policias armados, una familia, chicos, un vendedor de cuerdas y más gente. Por esas carreteras solo se puede ir en 4×4 y es bastante común recoger a la gente, ahorrandole quizás 4 o 5 horas de caminata.

Zubi sacando fotos y Juan Pablo.

El sábado fui de paseo junto a Mayling, Gretel y Leonela a Mozonte, un pequeño pueblo cercano, y subimos a la Loma Santa desde la que se domina todo Mozonte y más allá.

Abajo: Bajando de la Loma Santa.

Como veis, apenas llevo unos días en Nicaragua y son muchas las cosas a contar. Por ahora son todo primeras impresiones, pero los nicas son gente amable, simpática y trabajadora.

Un saludo!!